Un nuevo cuello de botella


Hoy estoy retomando este hobby de escribir, ya que cada vez que leo noticias, artículos en revistas, converso con mi mujer, o converso con mi hija de siete años que me cuestiona todos los días al igual que mi enano de 3 años que se asocia con su hermana mayor, me llevan a poner en este medio mis percepciones y mis reflexiones sobre temas que me interesan y en algunos casos me preocupan y los considero desafíos.
Considero, y esto lo quiero aclarar desde ahora, que los desafíos son oportunidades que podemos o no encarar, si los dejamos pasar o no hacemos nada seguramente la frustación o el sentimiento de "lo sabia, que lastima que no lo aproveché" es algo que nos sucede y te lo tenes que sacar rápidamente de encima para seguir avanzando, sino te consume y paraliza.
Despúes de este preámbulo aclaratorio, hoy deseaba escribir sobre lo que percibo como un nuevo cuello de botella que enfrentamos.

¿Es la falta de gasoil el nuevo cuello de botella de nuestro país?

¿Porqué me pregunto esto? porque a principio de año se podían ver síntomas de lo que ahora los medios de comunicación llaman la crisis energética, y ahora se ven síntomas (hechos) de lo que seguramente llamaremos la crisis del gasoil, pero me acompañan por los hechos para ver que sucede:
  • Casi la totalidad de la maquinaria que se utiliza en el campo para la recolección de las cosechas funciona a gasoil.
  • Entre el 70% y el 80% de lo que exportamos se debe trasladar del punto de origen (campos, plantas de acopios, fábricas, depósitos, etc.) hasta el punto de salida de nuestro país (puertos, puestos fronterizos, etc.), mediante transporte terrestres que consumen gasoil.
  • Los sistemas de transportes de pasajeros, urbano e interurbano, no paran de crecer.
  • la matriz energética ha pasado de consumir de 80.000 toneladas de Gasoil en 2004 a un estimado de 1.000.000 de toneladas de dicho combustible en este año, lo que implica un incremento de 11 veces más importación, en cuanto al consumo de fuel-oil se duplicará esta año en relación al año 2004.
  • El sistema ferroviario se encuentra operando a plena capacidad acorde a su realidad (vías, antiguedad de las máquinas, vagones, etc.).
Basta sólo imaginar lo que sucedería si esta situación se profundiza:
  1. El campo no podría levantar la cosecha,
  2. Los camiones no llegarían a los puertos con los granos para ser despachados, la producción de vehículos, autopartes y el resto de la producción industrial no llegaría a los paises limístrofe,
  3. Todo lo que no se transporta por carretera, seguramente no podrá ser transportado por el ferrocarril, lo que si sucedería es que los costos de transporte aumentarían, achicando los márgenes de ganancia que los productos que se exportan presentan.
  4. Ya estamos escuchando las propuestas para desalentar la producción de vehículos propulsados por gasoil, con lo cual como se van a transportar los pasajeros se puede convertir en una incógnita.
Hasta ahora, la crisis energética se está neutralizando con mucha astucia y cuota de oportunismo, desarrollando soluciones innovadoras como el cambio de deuda con Paraguay por energía, los acuerdos con Evo Morales (subsidios incluidos, que se pueden mantener si se siguen generando ingresos que provienen del boom de consumo que manifiesta nuestra sociedad).
En el caso del gasoil la asociación con Hugo Chavez ( y sus repletos pozos petroleros, además de negocio financiero de los bonos), se hace cada vez más imprescidible, para paliar el corto plazo.
Pero que sucederá a mediano y largo plazo ya que los desafíos para nuestra sociedad, como para nuestros gobernantes en particular, es dejar ya de pensar en llegar al 2007, y comenzar a pensar en como llegaremos al bicentenario y como estaremos posicionados en el mundo para el 2011.

Revisando la historia he aprendido que estos cuellos de botella desaparecen cuando llegan las inversiones planificadas en los sectores claves que conforman la infraestructura básica de los países como son: la energía, el transporte, el agua, la educación y los servicios de comunicación, siempre teniendo como objetivo el bienestar común de los ciudadanos más allá de los intereses propios y de corto plazo que suelen aparecer en situaciones de coyuntura.

Hace poco participé en el congreso internacional de Responsabilidad Social Empresaria que se realizó en la facultad de Ciencias Económicas (en Buenos Aires) y la principal conclusión que escuche de educadores, ministros (entre otr
os funcionarios públicos que incluyen a una senadora) y empresarios (tanto argentinos como europeos y de otros paises de latinoamerica) es que "NO SE PUEDE HABLAR DE ORGANIZACIONES EXITOSAS EN SOCIEDADES QUE FRACASAN". Toda una conclusión.

Gustavo. (fgvivas@yahoo.com.ar)

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