Los cambios

En los últimos dos meses, la única constante ha sido el cambio y como siempre se dice que los cambios son momentos de aprendizajes forzosos, en la mayoría de los casos. Un amigo que también comparte la idea de publicar sus vivencias (blog mediante), destacó como frase lo siguiente:

El talento se educa en la calma y el carácter en la tempestad.

lo cual me pareció lo más acertado para las épocas que me han tocado vivir.


En medio de esta nueva etapa de educación de mi carácter, decidí desarrollar un nuevo blog que espero les sea útil para aquellos que se ven forzados a educar su carácter, por las actitudes que pueden ser consideradas reprochables por los personas que las sufren y correctas por las personas que las deciden, alegando trabajar en pos del bien común.

Como siempre conversé con las personas que trabajaron conmigo, cada vez que uno acepta trabajar en una organización, básicamente está estableciendo un contrato bilateral con esa organización, en donde las dos partes deben obtener valor en proporciones similares. El problema es cuando alguna de las dos hace que la diferencia de valor sea más que importante.

Pero como estoy convencido que las organizaciones son un fiel reflejo de las personas que conforman su gobierno corporativo, quienes son los que juegan el rol más importante a todo nivel. La falta de balance que se establece se debe a la actitud de anteponer los intereses personales buscando maximizar sus objetivos por encima del bien común, que en la mayoría de los casos son dinero, prestigio y/o posición corporativa y lo que trae aparejado socialmente.

Ojalá este nuevo blog sirva, como puse al pie del mismo, para establecer
un punto de encuentro para mejorar las prácticas corporativas que siempre deben estar guiadas por la excelencia y la construcción de beneficios para todos los involucrados.


Un gran abrazo.

Gustavo.
(
fgvivas@yahoo.com.ar)


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