Energía - Argentina 2007


En setiembre del año pasado, se me ocurrió escribir sobre lo que percibía como una debilidad que se mostraba en nuestro país, con respecto a la situación energética (ver artículo: un nuevo cuello de botella). Mi ansiedad fue creciendo con el paso del tiempo, debido a que si no sucedía lo que había visto en aquella época, lo que seguramente había hecho era equivocarme al leer el contexto para escribir ese artículo.

Por otra parte era positivo, debido a que las cosas en mi país estaban cambiando y seguramente alguien estaba pensando en el largo plazo (y cuando digo alguien, no necesariamente debe ser el gobierno, para eso también están las asociaciones e instituciones que deben realizar las acciones necesarias para lograr los cambios, sino cuales son sus funciones)

Hoy todos los diarios publican notas de la crisis energética, después de una semana de intenso frío, que complicó todas las actividades (casas de familias sin luz, empresas sin gas ni electricidad, camiones sin gasoil, etc., etc.).

Creo que es el momento justo para ponernos a pensar en estos aspectos, porque las debilidades de hoy simplemente abonan los fracasos del mañana.
Considero que de nada sirve ahorrar para decirle al mundo que tenemos reservas, cuando nuestras principales fuentes de ingresos pierden competitividad. Seguramente el tres por uno dejará de ser competitivo (si ya no lo es por el efecto inflación), debido a que los costos por comercializar los productos aumentan por falta de infraestructura.

¿Qué sucederá entonces?
¿Qué van hacer los dirigentes?
¿Quien va a soportar el cambio?

Leí hace un tiempo que una alternativa a desarrollar era impulsar a los ríos como vías de salidas para el transporte de productos que salen de nuestro país (y no solamente los productos agropecuarios).

Potenciar las hidrovías fluviales desde el litoral argentino, seguramente supone un cambio de paradigma que estoy analizando y comenzando a esbozar como proyecto.

Deben existir, además del mejor uso y aprovechamiento de las hidrovías, otras alternativas que se deben desarrollar para armar un modelo integrador donde confluyan los intereses de todos, pero con la base del bienestar común, don
de seguramente todos sectores deberán ceder parte de los beneficios a corto plazo para recuperarlos a largo plazo.

Normalmente nos pasamos analizando el hoy y el ayer para anticipar el futuro, cuando lo que debemos comenzar a realizar es que queremos tener en los próximos años y comenzar a construirlo. El desafío es integrar estas dos ópticas, pero nadie dijo que iba a ser fácil, tenemos que tener una visión de sociedad por encima de nuestras misiones como individuos (sociedad, empresas y/o gobiernos).

Gustavo.
fgivas@yahoo.com.ar

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