De la globalización a la sociabilización: el camino de la Responsabilidad Social Empresarial

Estando a meses de comenzado la segunda década de este siglo, la sociedad ha visto y vivido importantes transformaciones y eventos que deben sentar las bases de una nueva organización global, que podríamos llamar como sociabilización


La primera organización global es lo que nos ha tocado vivir en la última década del siglo XX y la conocemos como globalización. Las bases de la globalización han sido, esencialmente, la pérdida de fronteras nacionales como consecuencia directa del desarrollo de la tecnología y las comunicaciones como elementos principales. Aprovechando la aparición de estos elementos las grandes organizaciones nacionales, se fueron convirtiendo en los que hoy conocemos como las organizaciones multinacionales.

Estas organizaciones multinacionales, afianzaron su crecimiento aprovechando estos elementos y construyeron sus ventajas competitivas basadas en las decisiones estratégicas que sus dirigentes tomaban, enfocados en elementos claves, tales como la eficiencia, la efectividad y la productividad, teniendo estos elementos como objetivos, la minimización de costos y la maximización de beneficios para sus dueños.

Desde los estallidos de las burbujas económicas que el mundo ha vivido en estos últimos diez años, como han sido la burbuja tecnológica (2001/2002) hasta la burbuja de las subprime (2008/2009), se pueden observar grandes cuestionamientos hacia los dirigentes, tanto del ámbito privado como del ámbito público. Estos eventos han afectado a la comunidad global, a pesar que en los mismos momentos se han manifestados importantes tasas de crecimiento de PBI de muchas naciones, aumentos en los índices de productividad en la generación y manufactura de alimentos y mayor nivel de creación de riqueza en todo el mundo no han sido suficientes para construir el bienestar común, ahora global, y menos aún, afianzar a las organizaciones empresariales en los últimos años.

Desde la caída de Enron (EEUU) hasta la desaparición de Lehman Brothers, la pérdida del valor de las organizaciones comenzó con la pérdida de la reputación que poseían afectando a la confianza de sus accionistas, clientes, proveedores, analistas de mercado y a los vecinos de las personas que trabajaban en esas organizaciones, y llegando a afectar hasta el corazón operativo de las mismas: “sus colaboradores”.

Estas situaciones, han generando preocupación; grandes preguntas están surgiendo como: ¿qué está sucediendo?, ¿Por qué el modelo de gestión que impone la globalización no está derramando sus beneficios a todos?, o acaso ¿el modelo empleado será el adecuado para traspasar los beneficios que la globalización ha generado?, los beneficios ¿son para todos o para algunos?. Para ello hace falta identificar las bases del modelo de gestión actual. Estas bases siguen siendo las que se establecieron a principios del siglo XX, en el criterio de la especialización del trabajo, la departamentalización y los conceptos de producción industrial en serie. El modelo de gestión que los dirigentes empresariales siguen utilizando tiene un siglo de vigencia.

Los mercados globalizados han superado al modelo al punto tal que la economía industrial del siglo XX migro a la economía de servicios del siglo XXI como describen organismos multilaterales e importantes especialistas mundiales.

El modelo de gestión utilizado no es el óptimo, (las fuentes de ventajas competitivas tradicionales como fue la línea de producción están siendo superadas por elementos como la reputación corporativa y el capital humano entre otros) debido al nuevo rol de la empresa como un “actor social” de relevancia, más allá de su tradicional rol como “actor económico”.

Desde 1989 que se presentara el informe Brundtland en la ONU hasta 1999 que el secretario Kofi Annam en Davos presentará al mundo el pacto Global, un modelo de gestión alternativo, más evolucionado y progresivo se ha ido gestando.

Las innovaciones tecnológicas del siglo XX han permitido crecer a la sociedad de manera importante, pero con altos costos sociales y medioambientales. La innovación administrativa que se puede comenzar a implementar conocido en muchos ambientes como RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL, tiene por objeto equilibrar los costos olvidados por el modelo de gestión vigente, poniendo a la sociedad en una nueva etapa basada en lo que se denomina “conciencia ciudadana global” que hace foco en la sociabilización mundial o simplemente “sociabilización” como una evolución natural de la globalización.

Las empresas que han comenzado a poner en prácticas los lineamientos de la RESPONSABILDAD SOCIAL EMPRESARIAL están comenzando a aprovechar los beneficios de convertirse en las líderes de sus sectores industriales e importantes referentes sociales, además de cosechar beneficios adicionales a los que los estados de resultados tradicionales no pueden mostrar por el momento pero son reconocidos por sus clientes, colaboradores y miembros de la comunidad donde operan.

Saludos.

Gustavo

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy importante aporte. Seria algo practico que se puedan compartir en Twitter